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Cuando hablamos de intervenciones estéticas sobre las mamas, es muy habitual asociarlas únicamente al aumento de mamas. No obstante, existen muchos casos en que la intervención de cirugia estética adecuada para evitar problemas físicos es la reducción de mamas.
Unas mamas grandes y “caídas” pueden producir problemas físicos asociados como dermatitis o problemas de cervicales. Además de la sensación de tener la silueta de una persona de sobrepeso a pesar de poder estar delgada.
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es una intervención de cirugia estética cuyo fin es reducir el tamaño de las mamas. Esta reducción de las mamas se logra mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, de forma que lo que se consigue son unas mamas más pequeñas, ligeras y firmes.
En la primera visita, el Dr. González Fontana examinará las mamas, su tamaño, asimetrías areolares, calidad de la piel y valorará el tamaño adecuado para su fisonomía para dar una solución a las necesidades de la paciente y así concretar con ella la técnica a utilizar.
Si usted está considerando la posibilidad de someterse a una reducción de mamas, obtendrá información profesional en Instituto Médico González-Fontana de Valencia.
Para más información sobre la reducción de mamas visite nuestra web principal
La hipertrofia mamaria se caracteriza por la excesiva pesadez de los senos debido al desarrollo anormal de la glándula mamaria. Este exceso de volumen mamario puede aparecer en la pubertad o después del embarazo o después de un aumento de peso significativo. El proceso natural de envejecimiento también induce una modificación del contenido de los senos: contenido exclusivamente glandular en las niñas; la edad da lugar a una infiltración progresiva de grasa en el tejido mamario.
Esta hipertrofia suele ir acompañada de ptosis mamaria (caída de las mamas), a veces asimétrica, dolor de cuello, hombros y espalda y molestias funcionales (dificultad para vestirse o hacer ejercicio). A veces se observan trastornos psicológicos. Todas estas desventajas pueden llevar a la cobertura del Seguro de Salud en algunos casos.
La cirugía plástica de reducción mamaria es el procedimiento que tiene como objetivo remodelar los senos que son demasiado grandes, darles una forma estética y una mejor posición. Su objetivo es reducir el volumen mamario, corregir la ptosis y la posible asimetría. La técnica quirúrgica consiste en extirpar el volumen mamario de acuerdo con la morfología y los deseos de la paciente.
El pecho se levanta, se concentra, se curva y se elimina el exceso de piel. El seno se vuelve más firme y está más apoyado.
Las cicatrices que quedan parecen una T invertida: una cicatriz alrededor de la areola, al nivel de la demarcación del color de la piel; una cicatriz vertical desde la parte inferior de la areola hasta el pliegue de la mama; y una cicatriz horizontal (proporcional a la hipertrofia y la ptosis operada) casi invisible en el pliegue de la mama.
Si la hipertrofia y la ptosis son pequeñas o moderadas, sólo se hará una incisión alrededor de la areola y la cicatriz vertical.
La reducción mamaria es parte de la cirugía estética cuando su propósito es embellecer los senos, pero es parte de la cirugía reconstructiva cuando el propósito es proporcionar alivio del dolor de espalda aliviando el volumen excesivo de los senos. La reducción mamaria es el segundo procedimiento quirúrgico correctivo más común después de la abdominoplastia.
Durante la consulta, la paciente podrá explicar las razones por las que se realizó la operación. Existen muchas indicaciones para la reducción mamaria:
Durante esta consulta, el cirujano plástico deberá realizar un examen médico exhaustivo teniendo en cuenta varios parámetros: datos morfológicos, características de la piel, volumen de la glándula, piel a extirpar... Se evalúan la grasa y los componentes glandulares de la mama, así como el estado de la piel. Se debe verificar la ausencia de antecedentes que puedan contraindicar el procedimiento (antecedentes de flebitis, embolia pulmonar).
Algunas recomendaciones deben ser observadas antes de cualquier operación:
Los procedimientos quirúrgicos para la reducción mamaria son muy similares a los que se realizan durante la cirugía de ptosis. La operación se realiza bajo anestesia general. La técnica quirúrgica utilizada dependerá de la anatomía de cada paciente (estado de salud de la piel que recubre la mama, elasticidad de la piel, presencia o no de estrías, grado de ptosis, importancia de la hipertrofia....).
El tiempo de empleo incluye varios pasos:
Cualquiera que sea la técnica utilizada, la cirugía estética siempre trata de reducir al máximo las cicatrices. Como la madurez de la cicatriz es un proceso lento, las cicatrices se desvanecerán gradualmente. Se tarda alrededor de un año en apreciar su apariencia final. El cuidado postoperatorio de estas cicatrices es esencial para obtener el mejor resultado posible: en algunos casos, será necesario realizar ligeros masajes para alisar ciertas cicatrices, y en todos los casos se debe observar un desalojo total del sol o de los rayos UV (protector solar y bikini) durante un año.
La presencia de moretones y edemas es clásica y transitoria después de la operación, así como la dificultad para levantar el brazo.
El dolor es de leve a moderado. Esto es principalmente fatiga, que se siente especialmente en el caso de una reducción glandular significativa. Tomar analgésicos ayuda a reducir estos dolores.
El edema (hinchazón) persistirá durante una o dos semanas. En la mayoría de los casos, aparece una disminución de la sensibilidad del pezón, es transitoria y desaparece al cabo de un mes.
Uno o dos días después de la operación, el vendaje inicial es reemplazado por un vendaje más ligero y flexible. Durante una consulta de seguimiento de 48 a 72 horas después de la operación, se coloca un sostén de apoyo. El uso de este sostén de apoyo será necesario durante un mes, día y noche. En particular, ayuda a mantener las compresas para proteger las cicatrices.
Si las suturas utilizadas no son absorbibles, se retirarán entre 8 y 20 días después de la operación.
Se prescribe una interrupción del trabajo de 2 a 3 semanas. El paciente debe evitar el esfuerzo físico intenso el mes siguiente al procedimiento.
La utilización de un cirujano cualificado para este tipo de intervención, inscrito en el Consejo del Colegio de Médicos y que ejerce en un contexto verdaderamente quirúrgico, permite limitar las complicaciones y, en su caso, garantizar un seguimiento eficaz y personalizado. Si el curso suele ser satisfactorio, la cirujana plástica debe informar a sus pacientes de todas las complicaciones, incluso de las más excepcionales.
Entre los riesgos asociados a la operación en sí, se encuentran la aparición de necrosis, especialmente en el caso de tabaquismo intenso (trastorno de vascularización que afecta especialmente a la ptosis mayor asociada a una gigantomatosis, es decir, hipertrofia grave), un hematoma expansivo (hinchazón repentina de la mama que requiere una reoperación rápida), una infección, trastornos de cicatrización (cicatrices queloides, especialmente en la piel oscura a negra).
Las complicaciones y los riesgos postoperatorios son ahora raros. Los exámenes preoperatorios y las consultas con el cirujano plástico y el anestesista tienen por objeto eliminar en la medida de lo posible los riesgos y las complicaciones. Sin embargo, el paciente debe estar siempre informado de los riesgos de tromboembolia (flebitis, embolia pulmonar), necrosis (especialmente en el caso del tabaquismo), infección, hematoma, pero también de las complicaciones que a veces requieren una repetición de la cirugía: imperfecciones de los resultados, asimetría, corrección insuficiente o hipercorrección, problemas de cicatrización como el agrandamiento o la cicatrización queloide...
Afortunadamente, la evolución es muy rápida y satisfactoria gracias a las técnicas quirúrgicas actuales de cirugía plástica de mama.
La mejora estética de los senos es más a menudo espectacular después de una reducción mamaria. Pero los resultados son óptimos 2 a 3 meses después de la operación, el tiempo que tarda el edema en resolverse y que todos los tejidos mamarios se ablanden y adapten al nuevo volumen. Además del aspecto estético significativo, el paciente encuentra una comodidad física en la postura y, por supuesto, una comodidad psicológica con una facilidad renovada para vestirse y una confianza restaurada.
Pueden ocurrir algunas imperfecciones en el resultado final:
Existen algunas contraindicaciones importantes para esta cirugía: